domingo, 15 de mayo de 2011

Yanga, lider de la rebelión de los esclavos

La migración forzada de los primeros africanos en el continente americano, durante el período de la Conquista y Colonia, entre 1519 a 1810, se debió a la necesidad de contar con mano de obra barata.
La gran mayoría de los esclavos venía del continente Africano, aunque otros venían de las islas del Pacífico.
El primer lugar autorizado, por la Corona Española, para la importación de esclavos fue el puerto de la Villa Rica de la Vera Cruz; poco tiempo después, conforme se requirió de mayor cantidad de mano de obra barata, se incluiría a los puertos de Tuxpan y Campeche, en el Golfo de México.
Estos esclavos eran destinados a trabajar en las haciendas azucareras; también fueron utilizados en otros deberes (servidumbre, como pastores, como trabajadores agrícolas, etc.).
Los españoles pronto se darían cuenta que estos tenían una mayor resistencia natural al clima tropical y que se podían desempeñar mejor que la población indígena nativa.
El trato inhumano al que eran sometidos los esclavos obligaba, a éstos, a protestar de varias maneras a este sistema: en forma de insurrecciones armadas, con intentos de tomas de poder y oir medio de fugas, las cuales eran castigadas severamente.

En ocasiones, algunos esclavos lograban escapar y eran llamados cimarrones. El escapar era considerado un delito grave. Entre los cargos estaban el de robo de propiedad, que bajo las leyes católicas significaba que pertenecían a su amo. Esta actividad de tráfico de seres humanos continuó por casi trescientos años hasta la declaración de libertad promulgada en 1810, por Don Miguel Hidalgo y Costilla.
La población negra del siglo XVI era del 6% ó 20,569 debido a la necesidad de mano de obra se incrementarían los envíos, ya para 1646, había un promedio de casi 168,000 esclavos negros en el territorio de la Nueva España.


Esclavos encadenados
 

Yanga, cuyo primer nombre era Gaspar (también conocido como Nyanga) fue un líder de la rebelión de esclavos negros a principios de la época Colonial en México.
Según las investigaciones realizadas, se dice que era miembro de la familia real de Gabón y que fue apresado en la región Brang, en lo que hoy se conoce como Ghana.


Estatua de Yanga en el poblado del mismo nombre (región central del estado de veracruz)
 
Su descripción era la de un hombre alto, más de lo común, fuerte e inteligente, quien dominaba bien el español.
Este grupo de esclavos desembarcaría en la zona que se conoce hoy como La Antigua, cerca del puerto de Veracruz, y llevado a trabajar a alguna de las fincas azucareras de la región central del estado de Veracruz.
Cansado de las arbitrariedades y malos tratos que recibía de sus amos, el movimiento libertario consumado con Yanga, empezaría en 1537, con la huida de los cimarrones.
En 1546, el virrey Antonio de Mendoza ordenó ahorcar, en la Plaza Mayor de la Ciudad de México, a dos "negros fugitivos" llamados Juan Román y Juan Venegas como escarmiento para evitar más fugas.
La cacería de negros ya llevaba tiempo, y con cualquier mínimo pretexto podían ser ejecutados, en esta cacería muchos de los cimarrones huyeron por el Istmo de Tehuantepec hasta lugares remotos del Perú.
Viviendo en las montañas, él y sus seguidores fundaron un poblado el cual sería, años después, considerado como a primera colonia libre de toda América, y que recibiría el nombre de San Lorenzo de los Negros. Inicialmente sólo eran unos pocos pobladores.
Yanga vivió en las montañas, en la clandestinidad, alimentándose de la caza y al asalto de carruajes y de viajeros, así como incursiones a las haciendas vecinas. Esto era un problema para la Corona Española por lo que en el siglo XVI, mando a un grupo conformado por indios, criollos y mestizos, así como algunos negros para "pacificar" la zona de 'revoltosos', en 1609, y poner fin a las acciones de los esclavos fugitivos. Este ejército estaba conformado por unos 500 elementos.
Inicialmente, las tropas "pacificadoras" ganarían algunas batallas las cuales harían esconderse a los cimarrones aún más en la jungla, pero esto no siempre fue así. Las victorias de los “rebeldes” serían más que sus derrotas.
Los cimarrones que se les enfrentaban eran una fuerza de 100 combatientes con armas de fuego, y cuatrocientos más armados con piedras, machetes, arcos y flechas.
Estas tropas eran dirigidas por Francisco de la Matosa, de nacionalidad angoleña. Yanga quien era anciano en aquel entonces decidió emplear el conocimiento superior de sus tropas sobre el terreno para resistir a los españoles, con el fin de causarles suficientes bajas y, así, obligarlos a iniciar negociaciones.
Cuando se acercaban las tropas españolas, Yanga envió términos de paz por medio de un español capturado. Esencialmente, Yanga pidió un tratado para dar fin a las hostilidades entre los indígenas y los españoles: solicitó un área independiente, a cambio de tributo y promesas de apoyar a los españoles si los mismos fueran atacados. Además, él sugirió que esta área propuesta devolvería a cualquier esclavo que pudiera huir e intentase refugiarse allí. Esta última concesión era necesaria para calmar las preocupaciones de muchos dueños de esclavos en la región.
Los españoles rechazaron los términos, y se desató una batalla con grandes pérdidas para ambos bandos.
Los españoles avanzaron en el asentamiento de Yanga y lo incendiaron. Afortunadamente la gente huyó a los alrededores que, por ser terreno difícil, impidió a los españoles alcanzar una victoria concluyente.
Al no poder alcanzar una victoria definitiva, los españoles acordaron entrar en negociaciones. Concedieron a la familia de Yanga el derecho a gobernar en esa nueva área. Los ex-esclavos se establecieron primeramente en un lomerío llamado Las Palmillas. En 1630 establecieron el primer pueblo libre del continente americano, llamado "El pueblo Libre de San Lorenzo de los Negros", en las cercanías de Córdoba, Veracruz. Tiempo después se le cambiaría el nombre como Yanga, en honor del lider libertario.
De la descendencia de Yanga no se sabe nada o qué pudo haber ocurrido. Lo único que se sabe que en 1640, su hijo llamado Gaspar había sido acusado de esconder negros fugitivos de las haciendas vecinas, rompiendo así el pacto que habían hecho con Yanga padre y el general, Francisco de la Matosa, con la corona española.
No se han encontrado datos de si por esto fue muerto Gaspar Yanga, terminando así con la dinastía Yanga, o si aún persiste la herencia biológica en los poblados de Veracruz.


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