viernes, 10 de junio de 2011

La Metacognición

DEFINICIONES DE METACOGNICIÓN:
1.     Se conoce como Metacognición al término que se usa para designar a una serie de: operaciones, actividades y funciones cognoscitivas que son llevadas a cabo por una persona, mediante un conjunto interiorizado de mecanismos intelectuales los cuales le permiten recabar, producir y evaluar información, a la vez que hacen posible que dicha persona pueda conocer, controlar y autorregular su propio funcionamiento intelectual.
2.     Entendemos por Metacognición a la capacidad que todos nosotros tenemos de autorregular nuestro propio aprendizaje, es decir, de planificar cuáles estrategias se han de utilizar en cada situación, aplicarlas, controlar el proceso, evaluarlo para detectar posibles fallos y, como consecuencia, transferir todo ello a una nueva actuación.
3.     A la manera de aprender a razonar sobre el propio razonamiento, aprender-a-aprender, es mejorar las actividades y las tareas intelectuales que uno lleva a cabo usando la reflexión para orientarlas y asegurarse una buena ejecución.

METACOGNICIÓN Y SUS PROCESOS:
Metacognición:
La palabra proviene de meta, prefijo griego y significa “más allá”. Cognición, por otra parte, corresponde, en líneas generales, a las transformaciones que los individuos hacen respecto de los estímulos de su medio ambiente.

Para algunos autores la cognición está conformada por ocho procesos cognitivos, a saber: observación, definición, memorización, seguimiento de instrucciones, clasificación, comparación, inferencia y análisis-síntesis.

En definitiva, todo esto puede agruparse en estrategias de dos tipos distintos: procesamiento y ejecución.

Ahora bien, la metacognición es el proceso de tomar conciencia de lo que se está haciendo (aprendiendo) y con ello se facilita enormemente la tarea a ejecutar.

La Metacognición, por cierto, también implica dos subprocesos que han sido identificados como:
a)     Meta-atención: que no es otra cosa que la conciencia centrada en saber cómo se captan los estímulos y de las tácticas usuales del individuo para atender al medio.

En la contraparte, también implica tener conciencia de las limitaciones que se puedan tener en este aspecto.

b)         Metamemoria: Se refiere al reconocimiento que la persona hace respecto de lo conocido y lo desconocido. Es central el reconocimiento de este último aspecto, porque si una persona es capaz de identificar sus limitaciones y, con ello, lo que no sabe, podrá estar en mejor situación para saber dónde o a través de qué medios obtener dicho conocimiento y poder resolver su problema.

Algunos teóricos como Gallegos de Lozada, ven en la mediación consciente de otra persona un estímulo potentísimo a los procesos metacognitivos.

Indudablemente, en Educación, esa otra persona debiera ser el docente que,a través de este acto mediador, ayude al educando a reconocer sus limitaciones y fortalezas para dotarlo de esa información que no posee y que necesita. Como diría Brunner, es un “préstamo de conciencia interiorizado”.

Lo importante no sólo es el procedimiento de reconocer qué y cuánto se sabe y cómo se ha alcanzado ese conocimiento, sino también agregar un componente de evaluación que permita recocer qué tan importante o valioso es aquello (conocimiento, habilidad, etc.).

Para Flavell, posiblemente el teórico más importante en este campo, ha dicho que el conocimiento metacognitivo implica tres áreas: la persona, la estrategia y la tarea propiamente como tal.

Podríamos concluir que la Metacognición viene a ser un conocimiento superior porque es un conocimiento cuyo objeto de estudio es el propio conocimiento analizado y asumido desde una perspectiva personal.


LA METACOGNICIÓN EN LA EDUCACIÓN:
Debemos enseñar a nuestros estudiantes a desarrollar procesos de reflexión metacognitiva, porque constituyen un aporte fundamental, y básico, a su desarrollo de pensamiento, a la adquisición de habilidades cognitivas superiores y a su propia construcción de conocimientos, en la medida en que les sirve para planear, controlar y evaluar el desarrollo que tienen sobre las responsabilidades y tareas que deben realizar.

La metacognición es necesaria para la adquisición de un pensamiento formal que libere a los estudiantes de las interpretaciones académicas dirigidas (de textos y profesores), puesto que, al colaborar en la formación de habilidades que hagan a los estudiantes responsables de su propio aprendizaje, damos varios pasos adelante en la adquisición de su propia autonomía e independencia.

Al ir dotando a nuestros alumnos desde la más temprana edad de estas estrategias, significa dar varios pasos adelante en la búsqueda de estudiantes creativos, autónomos, responsables que sepan aprovechar una educación de calidad. De paso, seguramente, serán más críticos con el propio rol de los docentes quienes deberán estar a la altura de dichos estudiantes.


PREGUNTAS QUE DESARROLLAN LA METACOGNICIÓN:
Estas y otras preguntas metacognitivas, enfocadas desde el trabajo práctico que se hace en las aulas y en cualquier asignatura, irá entregando herramientas y estrategias que permitirán a los alumnos ir organizando su pensamiento en forma ingeniosa y cada vez más compleja, lo que ayuda a la resolución de problemas, la creatividad, la innovación debido a la mayor facilidad para encontrar enfoques y soluciones alternativas.


La clasificación es clara, precisa, y muy útil:

1. Preguntas sobre el conocimiento
- ¿Qué conozco del tema?
- ¿Conozco el significado de…?
- ¿Cómo puedo relacionar esta información con…?
- ¿Qué conclusiones puedo sacar?
- ¿Cuánto aprendí sobre esto?
 
2. Preguntas dirigidas hacia el proceso:
- ¿Qué pasos debo seguir para...?
- ¿En qué partes requerí más tiempo?
- ¿Cuánto comprendí de las instrucciones?
- ¿Qué estrategias has usado para resolverlo?
- ¿Qué dificultades has encontrado?
- ¿Cómo las has resuelto?
 
3. Preguntas que requieren precisión y exactitud (descriptiva):
- ¿De qué otra manera se podría haber hecho?
- ¿Hay otras opciones?
- ¿Estás seguro de tu afirmación?
- ¿Puedes precisar más tu respuesta?
 
4. Preguntas abiertas, para fomentar el pensamiento divergente:
- ¿Hay alguna otra respuesta o solución?
- ¿Cómo ha resuelto cada uno la dificultad?
- ¿Qué harías tú en situaciones semejantes?
- ¿Por qué cada uno tiene respuestas distintas?
 
5. Preguntas para elegir estrategias alternativas:
- ¿Por qué has hecho eso así y no de otra manera?
- ¿Puede haber otras respuestas igualmente válidas?
- ¿Quieres discutir tu respuesta con la de tu compañero?
- ¿Alguien ha pensado en una solución distinta?
 
6. Preguntas que llevan al razonamiento:
- Tu respuesta está muy bien, pero ¿por qué?
- ¿Por qué has escrito (o dicho) eso?
- ¿Qué tipo de razonamiento has utilizado?
- ¿Es lógico lo que afirmas?
 
7. Preguntas para comprobar hipótesis o insistir en el proceso:
- Yo lo pensaría mejor, ¿quieres volver a probar?
- ¿Qué sucedería si en lugar de este dato, usarás otro?
- ¿Qué funciones mentales hemos ejercitado con esta actividad?
 
8. Preguntas para motivar la generalización:
- ¿Qué hacemos cuando (comparamos, clasificamos, etc.)?
- ¿Qué criterios hemos usado para?
- A partir de estos ejemplos, ¿podemos decir algún principio importante?
 
9. Preguntas para estimular la reflexión y controlar la impulsividad:
- ¿Qué pasos debiste realizar para completar tu tarea?
- ¿A qué se debió tu equivocación?
- Si lo hubieras hecho distinto, ¿habrías ido más o menos rápido?
- ¿Quieres repetir lo que has dicho?
- ¿Podrías demostrarlo?
 
10. Preguntas sobre las actitudes
- ¿En qué soy sistemático?
- ¿Cuánto interés tengo en la tarea?
- ¿Dedico suficiente atención y concentración a lo que hago?
- ¿Cómo puedo concentrarme más?
- ¿Colaboro con mis compañeros en las tareas y trabajos asignados?
- ¿Qué rol asumo en los grupos de trabajo?
- ¿En qué puedo superarme?
_____________________________________________________________
¿Qué me gustó?
La forma como se dio el curso. Se quedaron a un lado los esquemas normales de escuchar al instructor únicamente o de leer texto(s).

  • La participación de todos los compañeros.
  • El recorrido en el turibus.
  • El Rally Histórico.

Todo eso le dio un carácter fresco, ameno, ágil, interesante, nada aburrido, novedoso, que a todos los participantes nos permitirá tratar de compartir con nuestros alumnos e inspirarlos para que también ellos participen y vean la historia con otros ojos y deje de ser "aburrida".

No hay comentarios:

Publicar un comentario